domingo, 14 de octubre de 2012

SAN AGUSTÍN



TEORÍAS DE SAN AGUSTÍN

1. La concepción del conocimiento en San Agustín
(Fe y razón)
San Agustín es ante todo un pensador cristiano, es  decir, las coordenadas de su Discurso filosófico se sitúan dentro de la órbita intelectual del cristianismo. Es desde aquí Desde donde hay que entender su teoría del conocimiento. No olvidemos que para San Agustín  sólo Dios es la verdad, y precisamente hacia él está orientada su teoría  del Conocimiento.

Preguntas a las que el Santo tratará de responder en sus obras:

¿Podemos conocer a Dios?
¿Conocemos gracias a Dios?
¿Qué significa  conocer?

San Agustín se sitúa en aquella tradición que dentro del pensamiento cristiano
Considera que fe y razón no son incompatibles, aunque en su pensamiento no encontramos una distinción clara entre FE y razón. Partiendo del hecho de que sólo Dios es la verdad, y que sólo existe una verdad, la verdad revelada por la religión, la razón puede contribuir a conocerla mejor, pero  la fe siempre predomina sobre la razón. La fe es la guía más segura para el conocimiento de modo que hay que creer lo que Dios revela para poder llegar a comprender.





2. TEORÍA DEL HOMBRE

San Agustín mantiene una postura dualista sobre el ser humano. Al igual que para Platón, para San Agustín en el ser humano nos encontramos cuerpo y alma, siendo esta última lo que caracteriza al hombre: “El ser humano es un alma racional que se sirve de un cuerpo mortal y terreno”.  El cuerpo no es más que un mero instrumento del que se sirve el alma la cual esta hecha a imagen y semejanza de Dios.
Es reflejo de la Trinidad en sus tres facultades: memoria, entendimiento y voluntad.
Según San Agustín el alma se conoce a sí misma mejor que a las cosas exteriores, lo que permite la búsqueda interior de la verdad de la que nos habla el Santo
La doctrina del pecado original y el problema de la libertad o del libre arbitrio es uno de los elementos más típicamente cristianos de la concepción del hombre agustiniana. El pecado original, aunque acontece en el origen del hombre con
Adán y Eva, afecta a toda la naturaleza humana y a todos los seres humanos. Como nos dice en La ciudad de Dios.
 Dios es un alfarero que nos hace a todos de la misma masa, la cual está dañada y condenada en su origen. Así para San Agustín el hombre no puede dejar de dirigirse hacia el pecado. El pecado original  es el que hace que el alma dirija su mirada no hacia dios sino hacia lo que no debe, hacia las cosas materiales y las sensaciones.





UN BREVE RELATO DE LA VIDA DE SAN AGUSTÍN











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